La muerte de Contaplus

Cómo decía Machado «Todo pasa y todo queda«. Sage decide acabar con el producto estrella qué en su momento marcó una disrupción en el comercio de software de gestión y qué durante décadas ha sido el programa de contabilidad por excelencia. El más vendido, el qué se estudiaba en las universidades y marcó un estándar. En ese momento el mercado estaba cubierto por otros programas que eran mucho más caros. Ellos supieron dar un giro a la situación vendiendo un programa completo, cumpliendo todas las normativas y necesidades contables por tan sólo 5.000 pesetas de entonces (para los más jóvenes 30 euros). Dos responsables principales Fernando Escolar y Alvaro Ramírez qué vieron e invirtieron para darle la vuelta al mercado y hacer realidad la estrategia del océano azul de Chan Kim y Renée Mauborgne. Que supieron revolucionar la distribución vendiendo su producto en kioskos de prensa, sin consultores, ni grandes gastos en servicios adicionales. El que quiera y pueda puede estudiar su modelo de negocio en «The PowerMBA» contado por el propio Ramírez.

Yo tuve la gran suerte de vivir ese cambio de primera mano. Cuando llegué a SP, se llamaba así antes de su compra por parte de Sage en 2003 por 80 millones de euros, las oficinas estaban en un edificio en el pueblo de Vallecas. Aparte de la distribución en kioscos de prensa a los técnicos nos instaban a fidelizar a los clientes con un contrato de mantenimiento que les proporcionaba soporte y actualizaciones por todo un año. De esa manera SP obtenía un recurrente qué mantenía a la empresa y qué junto con el boca a boca la hizo crecer hasta ser el gigante qué era en 2003 cuando se vendió. Cada poco tiempo se quedaban pequeños los edificios y la plantilla crecía de manera espectacular. Vivmos el cambio de MS-Dos a Windows. Sacamos un programa llamado Contaplus Dual que funcionaba en ambas plataformas no sin antes haber trabajado con una versión con entorno gráfico. Después vino Facturaplus, el alter ego de Contaplus para hacer facturas y bastante más tarde se sumó el accidentado Nominaplus. En fin, fueron días de vino y rosas. En SP conocí internet y algunos nos conectamos a la red cuando era todo incipiente. Puedo decir qué es en la compañía donde más aprendí de toda mi carrera. Teníamos un sentimiento de pertenencia muy arraigado y que se trabajaba de manera constante por el equipo de recursos humanos. Allí conocí a mi ex socio y amigo Alberto y a gente muy profesional, cómo Alfonso, Olga, Juan, Vicente, Rosa y a muchos otros (perdón a los que no nombro). Juntos perdimos a Santi. Todos hicimos de esto algo grande.

En fin, no quería dejar la oportunidad de despedirme de Contaplus. Hasta siempre y D.E.P.